Introducción
La disminución del ahorro en los hogares colombianos es un problema que afecta no sólo a las personas, sino también a las empresas y a la economía en general. Según un estudio reciente de la Universidad Manuela Beltrán, 8 de cada 10 colombianos no pueden cumplir con sus obligaciones financieras a fin de mes. Los datos reflejan la preocupante realidad causada por múltiples factores, incluidos los bajos ingresos, la alta inflación y la falta de educación financiera.
En este contexto, es fundamental que las empresas gestionen de manera efectiva los riesgos a los que están expuestas.
Impacto en la economía
El ahorro es un pilar fundamental del crecimiento económico, dado que permite la acumulación del capital necesario para la inversión en infraestructura, educación, salud y otros sectores críticos. Cuando hay disminución del ahorro en los hogares, su poder adquisitivo a largo plazo cae, reduciendo la demanda interna. Esta situación crea un círculo vicioso en el que las empresas venden menos, lo que a su vez reduce su capacidad para ganar dinero, invertir y generar empleo.
En Colombia, la tasa de ahorro de los hogares representó apenas el 3,6 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023, cifra muy inferior al promedio del 20 % en años anteriores. Este desplome del ahorro no solo limita la capacidad de respuesta ante emergencias económicas, sino que también limita el acceso al crédito para individuos y empresas. A nivel macroeconómico, un bajo nivel de ahorro significa menos acumulación de capital y mayor dependencia de la inversión extranjera, lo cual puede generar vulnerabilidad durante una crisis económica global.
Impacto en las empresas
La disminución del ahorro en los hogares tiene un efecto dominó que se extiende a lo largo de toda la economía, impactando negativamente a diversos sectores y generando una desaceleración económica que afecta directamente a las empresas.
A medida que el poder adquisitivo de los hogares se reduce, el mercado interno se contrae, afectando a las empresas que dependen del consumo interno. Sectores clave como el comercio minorista, la industria de alimentos y los servicios son especialmente afectados por la disminución en las ventas.
Comercio minorista
El comercio minorista es uno de los sectores más afectados por la disminución del ahorro en los hogares. Las ventas de bienes no esenciales tienden a disminuir significativamente. Esto no sólo reduce los ingresos del comercio, sino que genera un exceso de inventario, obligando a las empresas a ofrecer descuentos que reducen aún más sus ganancias. Además, la disminución del consumo puede llevar a un cierre de puntos de venta, afectando el empleo.
Industria de alimentos
Aunque la demanda de alimentos es relativamente inelástica, la disminución del ahorro también afecta a este sector, especialmente a los productos de mayor valor agregado. Los consumidores optan por productos más económicos o reducen el consumo de ciertos productos. Las empresas de este sector enfrentan el desafío de mantener su rentabilidad en un entorno de demanda débil y costos crecientes, lo que puede llevar a la reducción de su capacidad de producción y a la pérdida de empleos.
Servicios
Los consumidores y las empresas gastan menos y es probable que las empresas que brindan servicios esenciales y no esenciales, así como servicios profesionales, experimenten una menor demanda. En particular, los servicios no esenciales como entretenimiento, viajes, y actividades recreativas, suelen ser los primeros en ser recortados del presupuesto familiar cuando los ingresos se reducen y la capacidad de ahorro disminuye.
Por otro lado, los servicios esenciales también pueden sufrir una contracción en la demanda, especialmente si los consumidores comienzan a optar por opciones más económicas o reducen la frecuencia de uso de estos servicios. Incluso los servicios profesionales, como asesorías legales, contables, y de consultoría, que son críticos para las empresas, pueden enfrentar una disminución en la demanda a medida que las empresas reducen costos y aplazan proyectos no urgentes.
Esta reducción en la demanda de servicios afecta la capacidad de las empresas para mantener su operatividad y retener a su personal, incrementando el riesgo de despidos y reduciendo la inversión en la mejora de sus servicios. A largo plazo, este impacto puede llevar a una desaceleración en la innovación dentro del sector de servicios y una menor competitividad en el mercado.
Por otra parte, la contracción del mercado interno no es un problema aislado, forma parte de un ciclo de desaceleración económica que afecta profundamente a las empresas. Cuando el consumo disminuye, las empresas ven reducidos sus ingresos, lo que limita su capacidad para invertir en innovación, expansión y contratación. Esto, a su vez, ralentiza el crecimiento económico general, ya que las empresas son un motor clave de la creación de empleo y de la generación de valor en la economía.
Encarecimiento del crédito y restricciones de financiamiento
Con menos depósitos disponibles, los bancos tienen menos capital para prestar, lo cual encarece el crédito. Las empresas, especialmente las pequeñas y medianas (pymes), que dependen del financiamiento para operar y expandirse son las más afectadas. El encarecimiento del crédito aumenta los costos de operación y limita las oportunidades de crecimiento, generando una mayor vulnerabilidad frente a las crisis económicas.
Riesgos de liquidez y operatividad
Sin acceso a financiamiento asequible, las empresas enfrentan graves riesgos de liquidez, es decir, la incapacidad de cumplir sus obligaciones financieras en el corto plazo. Este riesgo aumenta en períodos de desaceleración económica, cuando las ventas y los márgenes de ganancia disminuyen. Las pymes son particularmente vulnerables porque tienen menores reservas de capital y menos acceso a los créditos alternativos. La falta de liquidez puede provocar el incumplimiento de pagos, afectar las relaciones comerciales y, en algunos casos, obligar a las empresas a cerrar.
La necesidad de gestionar los riesgos empresariales
En un entorno desafiante, donde la capacidad de ahorro es baja y la incertidumbre económica es alta, las empresas necesitan adoptar estrategias de gestión de riesgos para mitigar los impactos y asegurar su continuidad en tiempos de crisis. Las empresas que no cuentan con un plan de gestión de riesgos son vulnerables a la volatilidad del mercado, problemas de liquidez y otros desafíos que pueden surgir de la caída del consumo y el aumento de los precios del crédito.
La gestión de riesgos permite a las empresas identificar, analizar y mitigar los posibles impactos negativos de estas situaciones, asegurando la continuidad de sus operaciones y protegiendo la rentabilidad y la competitividad. Tener un plan de gestión de riesgos en situaciones de crisis no es solo una buena práctica, sino una prioridad para la continuidad empresarial.
Beneficios de un plan de gestión de riesgos
Los beneficios de contar con un plan de gestión de riesgos bien estructurado son múltiples.
- Reducción de pérdidas en procesos críticos, esencial para mantener la rentabilidad en tiempos difíciles.
- Protección de la competitividad en el mercado, vital para la supervivencia a largo plazo.
- Contribución a la estabilidad financiera de la empresa, generando confianza entre inversores, clientes y empleados.
- Mejora de la posición competitiva y creación de mayores oportunidades de crecimiento.
Vivimos en una época de incertidumbre económica. ¿Tu empresa tiene un plan de gestión de riesgos?
El plan de gestión de riesgos de Atlas Seguridad está diseñado para proteger los procesos críticos de tu empresa, minimizando las pérdidas y asegurando su continuidad operativa en situaciones adversas. Se basa en una evaluación exhaustiva de los riesgos a los que está expuesta, seguido por la implementación de estrategias personalizadas para mitigar esos riesgos. Esto incluye desde la identificación de vulnerabilidades en la cadena de suministro hasta la preparación para crisis financieras, todo con el objetivo de mantener la estabilidad y el crecimiento de tu empresa.
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Fuentes
Egan, M. (Junio 26 2024). Even wealthy Americans are struggling to make ends meet. CNN. https://edition.cnn.com/2024/06/26/economy/wealthy-economy-inflation/index.html
Murillo, J. (6 de mayo 2024). Ocho de cada 10 trabajadores colombianos no ‘llegan a fin de mes’, según estudio. Portafolio. https://www.portafolio.co/economia/finanzas/segun-estudio-8-de-cada-10-trabajadores-en-colombia-no-les-alcanza-el-salario-al-final-del-mes-604229
Redacción Economía. (24 de octubre de 2023). Solo 4 de cada 10 colombianos destinan parte de sus ingresos al ahorro. El Nuevo Siglo. https://www.elnuevosiglo.com.co/economia/solo-4-de-cada-10-colombianos-destinan-parte-de-sus-ingresos-al-ahorroVargas, D. (19 mayo 2024). Preocupa el bajo ahorro de los hogares colombianos: de cada 100 pesos solo guardan el 3,6. El Colombiano. https://www.elcolombiano.com/negocios/ahorro-en-colombia-hogares-solo-guardan-36-de-cada-100-pesos-dane-FB24520216